He salido con retraso a las 18h destino a Londres para una vez allí y recorriendo un pasillo más largo que la NII he llegado a un Hall con un inmenso Boeing 747 - 400 al otro lado de la cristalera. La misma imagen que en la pelicula Aterriza como puedas o Aeropuerto 66, pero con el avión quieto. Todos los aviones que había cogido anteriormente eran de vuelos cortos, aviones pequeños, de pocas expectativas. Pero encontrarse de sopetón con un avión con 75 hileras de personas a 10 personas por fila, dos pisos... Si por fuera impresiona por dentro te quita el aliento. He tenido la mala suerte de que me ha tocado entre medio de dos personas pero al mismo tiempo la suerte de que una chica que estaba a mi lado ha marchado y me ha dejado dos asientos libres con lo que he podido coger un poco la postura para dormir esas 12 horas que ha durado el interminable viaje a Singapore.
Ya una vez en Singapore desembarque a las 18.00 y embarque a las 19.00h casi sin tiempo para nada. Y una vez a bordo una de esas cosas complicadas de comprender, no hacía 4 horas que estaba desayunando y ya me servian la cena en el vuelo hacia Perth. La cosa es que durante el vuelo a Singapore se ha seguido el horario Europeo y claro hasta las 9 hora nuestra no han levantado las cortinas de las ventanas, pero eran ya las 3 del medio día, entre que llegamos y volvemos a embarcar ya nos servian en el nuevo horario la cena.
Y menuda odisea salir del aeropuerto: primero claro está separados por Australianos y extranjeros, una cola inmensa para el control de pasaportes y control de la tarjetita de datos. Y luego otra cola inmensa para comprobar que no lleves nada que pueda dañar el ecosistema Australiano: nada de fruta fresca, productos frescos, maderas... En caso de que encuentren algo va a la cuarentena o directamente a la basura.
Luego ya un Autobus lanzadera que va recorriendo los hostels, una ducha y como no hay sueño pues aquí me teneis escribiendo cuatro ideas.
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